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Procedente de un Toyota Century, este bloque de 12 cilindros y 5.0 litros va acompañado de otras piezas nuevas para convertirse en esta bestia de bolsillo.

Realizar un transplante de motor con una unidad más grande y potente en un coche más o menos accesible es algo que hemos visto en más de una ocasión, sin ir más lejos hace unos días os contamos la historia de un BMW M2 Competition con un Hellcat con motor V8. También los hemos visto mucho más locos como el Supra de deriva con motor V10 de Fórmula 1 construido recientemente por el piloto Ryan Tuerck.

Ahora nos encontramos con este curioso Subaru Impreza WRX que ha cambiado su famoso motor Boxer por algo mucho más exótico, un motor Toyota V12 con el que este compacto ahora ofrece la friolera de 1.000 CV de potencia.

El bloque es un 1GZ-FE V12 de 5.0 litros como el usado en el Toyota Century, un majestuoso sedán de lujo que fue una verdadera referencia en Japón, hasta el punto de que es el auto del Emperador de Japón. Ahora, sin embargo, su corazón ha sido trasplantado a un coche mucho menos lujoso y exótico, un Subaru Impreza WRX de última generación.

En la gran berlina este bloque ofrecía unos 295 CV de potencia y 460 Nm de par máximo, sin embargo en este WRX las cosas se han vuelto mucho más interesantes añadiendo también nuevos inyectores Bosch y una nueva centralita MaxxECU Pro que han dado como resultado la friolera de 1.000. CV de potencia, entregados a las ruedas a través de una transmisión de doble embrague de siete velocidades de un BMW Serie 3.

Esta loca idea es obra de Proulx, un experto en modelos Toyota y Subaru que de hecho ya había realizado otras transformaciones con un Impreza muy parecido a este pero con el también famoso motor Toyota 2JZ famoso por los Supras de los 90.

Una publicación compartida por John Proulx (@ 1lowrx)