Alpine A110 R: características, precios y test de conducción

2022-10-10 15:48:24 By : Ms. Camile Jia

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El renacido deportivo francés nos vuelve a sorprender con la incorporación de una nueva versión, la más radical de todas.

La gama del Alpine A110 que, como el ave Fénix, resurgió de sus cenizas en 2017 nos presenta una nueva versión, el A110 R, para explotar al máximo las posibilidades dinámicas del modelo y ofrecer a sus clientes un coche de circuito que puede, además, circular por la calle con las prestaciones y el confort de un verdadero deportivo.

Desde su renacimiento en el citado año, el nuevo A110 se ha propuesto en diferentes versiones, entre las que destaca a partir de 2021 el A110 S por prestaciones y equipamiento. Sobre este se ha realizado un trabajo basado en cuatro pilares: ligereza, chasis, aerodinámica y diseño, con el objetivo de llevar al máximo sus prestaciones tanto en la carretera como en los circuitos.

Lo primero que llama la atención es la proliferación de la fibra de carbono, gracias a lo cual se ha logrado contener su peso situándolo en 1.082 kilos, 34 menos que la versión S. La encontramos en el capó delantero, con dos conductos de aire para mejorar la aerodinámica; la luneta trasera que, al ser opaca, hace desaparecer el espejo retrovisor interior y que tiene dos rejillas de admisión para suministrar aire al motor; las llantas, que por sí solas, aportan una reducción de peso de 12,5 kilos respecto al A110S; además de los spoilers delantero y trasero, sin olvidarnos de los asientos.

Aprovechando la tecnología de desarrollo del túnel de viento de la Formula 1 se han modificado numerosos elementos para optimizar la aerodinámica y el comportamiento a alta velocidad. El alerón trasero, de carbono, con soportes tipo cuello de cisne es menos inclinado y está algo más atrasado con un ángulo de ataque menor que en la versión S y consigue aumentar la carga sobre el eje trasero en 29 kilos a velocidad máxima.

El frontal tiene la misma lamina de carbono que su hermano de gama, pero con entradas de aire integradas en el parachoques que incrementan en 14 kilos la carga sobre el eje delantero. Las mejoras aerodinámicas se completan con un difusor en carbono y fibra de vidrio de mayores dimensiones y prolongado en la parte trasera que genera un flujo suplementario de aire hacia los bajos del coche con una mayor presión negativa en esa zona.

La altura del chasis es 10 mm menor que en el S y, con los amortiguadores ajustables, se puede bajar hasta 10 mm más para su uso en circuito. Las barras estabilizadoras son más rígidas (10% delante y 25% detrás) y los muelles se endurecen otro 10%, con unos amortiguadores regulables tanto en compresión como en rebote (un total de 20 posiciones).

Los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 de alto rendimiento (215/40 delante y 245/40 en el eje trasero) se montan sobre llantas de 18 pulgadas, más abiertas en la parte delantera para permitir mayor refrigeración de los frenos. Este conjunto ofrece, según la marca, más estabilidad y agarre y permite ganar 0,5 segundos por kilómetro en pista frente a neumáticos estándar. Los frenos Brembo, están compuestos por pinzas de cuatro pistones y discos de 320 milímetros realizados en bimaterial para reducir peso en ambos ejes. Se ha optimizado la refrigeración con coquillas montadas en los brazos superiores del eje delantero y, en la parte trasera, conductos fijados al carenado del coche que dirigen el flujo de aire a los discos mejorando su eficiencia un 20%.

A nivel de motorización no ha habido novedades. Es el mismo que en la versión S: un cuatro cilindros 16 válvulas de 1.8 litros que proporciona una potencia máxima de 300 CV y un par motor de 340 Nm, acoplado a una transmisión automática de doble embrague y 7 velocidades. Las novedades a nivel de chasis y aerodinámica se notan en la mejora de prestaciones frente a su hermano. Con el “launch control” alcanza los 100 km/h en 3,9 segundos y tiene una velocidad máxima de 285 kilómetros hora (4,2 seg. y 275 km/h en la versión S).

Dispone de tres modos de conducción: Normal, Sport y Track que actúan sobre la respuesta del acelerador y rapidez de la caja de cambios. El modo Track está pensado para el circuito con cambios más rápidos realizados exclusivamente a través de las levas en el volante y una calibración especial del control de estabilidad para aumentar los limites en la pista que, además, se puede desconectar.

Todo el tapizado es de microfibra con tiradores de tela rojos para la apertura de las puertas que recuerdan el mundillo del "motorsport", al igual que el recubrimiento del volante y las almohadillas de los asientos de carbono. Estos son monocasco Sabel Track y disponen de arneses de seguridad de 6 puntos al estilo de los coches de competición. En los reposacabezas está bordada la letra A para recordar la identidad única de esta nueva versión.

En el cuadro, para los más “quemados”, dispone de la información en tiempo real de presión del turbo, temperatura de la caja de cambios, par motor, potencia, ángulo de volante y un acelerómetro.

Hay que remontarse a 1955, cuando un jefe de taller llamado Jean Redelé preparó en Dieppe, ciudad situada en el norte de Francia, un vehículo basado en el Renault 4 CV, para competir en carreras de montaña, consiguiendo muy buenos resultados. Fue el origen de Alpine, que toma su nombre de las carreras alpinas en las que participó el A106 como primer vehículo de la marca.

El “deportivo” A106 tenía un motor de 0.7 litros que proporcionaba una potencia de 43 CV y conseguía alcanzar los 153 kilómetros por hora gracias a un peso total de solo 530 kilogramos. En 1960 se presentó en el Salón de Paris el A108, basado en la mecánica del Renault Dauphine, con motores que llegaban a los 60 CV y cajas de cambio de 3, 4 y 5 velocidades.

El nacimiento del primer A110, también conocido como “Berlinette” se remonta a 1961 y estaba basado en la mecánica del Renault 8. Con un chasis tubular de acero y carrocería de fibra de vidrio sus motores oscilaron entre los 95 CV (del R8 Gordini) y los 125 (basado en el motor con bloque de aluminio del Renault 16 TS). Con este motor alcanzaba una velocidad máxima de 210 km/h gracias, de nuevo, a un peso de tan solo 620 kilos.

El A110 es el modelo más recordado de la marca y el que más fama le dio tanto a nivel popular como en competición. En la década de los 70 estuvo presente en la competición con numerosos triunfos destacando su victoria en el rallye de Montecarlo de 1973 y el título de constructores en el recién nacido Campeonato Mundial de Rallyes de ese año.

Aunque la fábrica principal de Alpine estaba situada en Dieppe, también se montó, de manera artesanal, en las instalaciones de Renault en Valladolid, que empezó con el A108 para centrarse, a partir de 1960, en el A110. Aquí se produjeron 6.892 unidades hasta 1977, año en que salió de su cadena la última unidad fabricada de esta leyenda del automóvil.

Ya se pueden hacer pedidos a partir de este mes de octubre, aunque eso sí, habrá que rascarse el bolsillo ya que esta variante viene acompañada de un precio que supera con creces el del referido A110 S. En concreto, la cifra que pide Alpine es la siguiente:

Nos quedamos, por ahora, con las ganas de poder comprobar en ruta si la marca ha exagerado las cualidades del A110 R. Esperemos verlo pronto para poder contároslo.